sábado, 23 de octubre de 2010

Soy tan inconstante....

Es completamente cierto.
Empiezo proyectos que nunca acabo.
O que los demás no me dejan terminar.
Me ilusiono con cosas que luego no sigo haciendo, pero poco importa, porque sigo a lo mío y me busco algo nuevo con lo que ilusionarme, pero siempre tengo que volcarme en algo.

A veces me siento tan vacía como un jarrón sin flores, un jarrón que hubieran decorado con muchísimo cuidado pintando enredaderas negras, pero que no tuviera ni una sola flor dentro. Busco flores desesperadamente. Pero todas mueren con la misma rapidez casi que entran.
Personas que vienen y van.
Personas que creen saber que este jarrón es frío y gris, pero no se paran a ver los hermosos y detallados matices que lo decoran.

¿Creeís que lo sabeís todo de mí? No teneís de ni idea de como soy yo. Sí, hablo con vosotros, gente que se atreve a juzgarme.

Odio la frialdad de la gente, odio la superficialidad, odio que no se entreguen sin medidas a los demás como hago yo, que no confíen, que jueguen, que engañen.
Estaís destrozando mi alma, mis sueños y mis ideas.
Pero habrá que aprender a vivir con ello.